Hace dos años
Hace 2 años, a estas horas estábamos Jorge y yo haciendo escala en Sao Paulo, de camino a Asunción para coger (allí agarrar) un autobús (allí colectivo) al que sería nuestro destino final y hogar durante 4 meses (al final fueron casi 5 y medio), Encarnación.
Mi primera salida de Europa (y de momento única), y una experiencia vital mucho más intensa y exigente de lo que esperaba, a todos los niveles. Con sus altos y sus bajos, sus buenos y sus malos momentos.
Si hoy tuviera que repetir, lo haría menos inocentemente que en aquella ocasión, haría algunas cosas de diferente manera y otras exactamente igual, evitaría algunos errores y seguramente cometería otros distintos.
A veces te echo de menos, Paraguay. El ser humano tiene esos puntos de masoquismo incomprensible. Me muero por unas chipas a la orilla del grandioso Paraná en uno de esos atardeceres sobrecogedores.
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